En
el Zohar, el libro básico de Cabala, se presenta
el versículo bíblico que describe la pelea
del patriarca hebreo Jacob con un ángel (Génesis
32: 25), y sobre esta base se pregunta:
¿Cómo puede un
hombre de carne y hueso aferrar a un ángel, quien
es
ciertamente un espíritu, tal como está escrito:
"Él hace de Sus ángeles
espíritus, sus sirvientes fuego ardiente" (Salmos
104:4)?
Se responde:
Sino
que de aquí aprendemos que cuando los ángeles,
mensajeros de El Santo, Bendito Sea, descienden a este mundo,
se materializan al tomar contacto con este mundo, y asumen
la forma material y se revisten con un cuerpo según
el modelo de este mundo.
Porque así es apropiado:
no modificar la costumbre del lugar adonde uno va, y he
aquí que fue dicho que Moisés, cuando ascendió
a lo alto, ¿qué está escrito? "Él
estuvo allí con El Eterno, cuarenta días y
cuarenta noches; él no comió pan ni bebió
agua" (Éxodo 34:28), debido a la costumbre de
no modificar el comportamiento del lugar adonde uno va.
Y esos ángeles, cuando descendieron a lo bajo, está
escrito: "Él estaba parado al lado de ellos
debajo del árbol, y ellos comieron" (Génesis
18:8). Y así también aquí: este ángel,
cuando descendió a lo bajo, no luchó con Jacob
sino estando revestido en un cuerpo según el modelo
de este mundo. Y debido a esto Jacob luchó con él
toda esa noche.