En primer lugar quiero enviar
una felicitación por la labor que hacen, al permitir
que las personas tengan un acercamiento al conocimiento
de la Torá mediante este medio.
Entrando en materia, el caso
que voy a exponer es demasido complicado por lo que les
ruego paciencia.
La situación que se
presenta es la siguiente:
Pertenezco
a una congregación o sinagoga judía en la
que su formación presentó algunas dificultades.
Hace dos años en la ciudad en que vivo se encontraba
un numero reducido de judíos, que no gozaban (ni
gozan) de un buen estatus económico, pero a pesar
de las complicaciones, su deseo por estudiar Tora y adorar
al ETERNO fue mucho mas fuerte; decidieron juntarse para
formar la comunidad, transcurrido el tiempo hasta hoy y
con mucho esfuerzo la congregacion logró consolidarse.
Despés de un año de buscar rabino, la comunidad
logró que uno de la ciudad capital se encargase de
ésta. Cuando el rabino llegó muchas cosas
cambiaron.
El
rabino tiene su comunidad en la capital; pero a pesar de
ello de muy buena voluntad también guía esta
comunidad; el estructuró la sinagoga como todas:
con una junta directiva, more, etc.
El problema radica que por
la distancia entre el rabino y la comunidad se presentan
algunas anomalias, como las siguientes:
En primer lugar el more designado
tiene comportamientos discriminatorios y elitistas, reflejados
en la siguiente situación:
Por ejemplo las personas que no cuentan con la totalidad
de sus miembros en el judaismo o son solteros o viven solos,
son excluidos de la mayoria de las actividades de la congregación.
La situación elitista
se presenta asi:
Hace dos meses una señora de bajos recursos se le
acercó al more, con la esperanza de que este le permitiera
vender unas velas para habdalá, que ella fabrica.
El moré en una actitud agraviante y ofensiva le respondió
que estas velas eran muy feas para su gusto, y aunque las
mejorara no le permitiria venderlas.
Otra situación es la
de la junta directiva: la comunicacion es muy somera con
el rabino, y los únicos que tienen un acceso mas
personal a el son los miembros de la junta, por lo que presumo
que el rabino ignora todo lo que pasa.
La junta casi en su mayoría
esta conformada por miembros que fueron nombradas al arbitrio
del more, casi todas son del agrado del mismo, tanto así
que este goza de un poder absoluto y en una ocasión
unos de sus miembros casi es expulsado por estar en desacuerdo
con sus ideas. De no haber sido por que esto llegó
a oidos del rab, la expulsion se hubiese llevado a cabo.
De lo relatado con antrerioridad,
me surgen algunas dudas:
¿Respecto a la situacion
presentada ¿que debo hacer?
¿Según la ley
judía se incurre en algo malo?
¿El manejo dado a la
comunidad es correcto?
Agradezco su pronta respuesta.
Atte.
Sara
Respuesta
a cargo de R' David ben Israel:
Shalom
Sara
Comprendo
su indignación.
El
tema planteado es bastante complejo, más, teniendo
en cuenta que no dispongo de otros testimonios que no sean
el suyo, lo que me impide elaborar un juicio imparcial,
que permita saber quién tiene la razón.
Por
lo tanto, teniendo en cuenta que usted es la que me consulta
en forma directa, deseando resolver el asunto, y por el
momento nadie más de allí se ha contactado,
trataré de aportar una solución adecuada al
problema dentro de las posibilidades y limitaciones que
estos datos permiten.
En
su nota describe la enorme difucultad que existió
para formar la comunidad y poner las instalaciones en funcionamiento.
Mas al cabo de arduo esfuerzo esto se consiguió y
en este momento existen muchas actividades productivas que
se llevan a cabo.
Sólo
que existe la dificultad de una evidente discriminación
con un sector del poblado.
Acerca
de este tema, considero que lo primero que usted debería
hacer es acercarse al moré -maestro- y preguntarle
directamente: Estimado moré, permítame plantearle
una inquietud: ¿por qué quienes son solteros
o viven solos, son excluidos de la mayoria de las actividades
de la congregación?.
Dado
que el moré es quien se encuentra a cargo de la institución,
seguramente le responderá la causa de esa desición.
Si
todo marcha bien, y el moré es sincero, en ese momento,
usted probablemente sabrá cuál es la causa
concreta de esa discriminación. Luego de ello, puede
remitirme ese dato, y sobre la base del mismo, veremos como
proseguir.
Lo
mismo debería hacer con el caso de la señora
que deseaba vender velas para havdalá -ceremonia
que se realiza al concluir el Shabat-. Es porsible que el
moré haya procedido así por una causa valedera
y usted no lo sabe.
En
síntesis, hay que averiguar minuciosamente las razones
de esas medidas, y recién entonces pensar como proceder.
Pero jamás se debe actuar sobre hipótesis
no comprobadas, o mensajes escuchados de bocas de terceros.
Recuerde que costó mucho
levantar la comunidad, y más aun cuesta mantenerla.
Todo el tiempo que no se detecten anomalías severas,
debe intentarse poner el hombro para ayudar, y ofrecerse
voluntariamente a brindar soluciones para cubrir los huecos
que quedan, como los que planteó en su escrito.